Abadón
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Abadón o Abaddon (del hebreo אֲבַדּוֹן, Ǎḇaddōn, "destrucción" o "perdición") es en el libro del
Apocalipsis el "
Ángel del abismo sin fondo" quien reinará sobre las plagas de
langostas que asolarán a la humanidad "no marcada en la frente con el sello de Dios".
1 En Apocalipsis 9:11, también figura identificado como
Apolión.
2
Es el
Destructor, en el libro de
Apocalipsis, es el ángel o estrella del abismo sin fondo que encadena a
Satán por mil años. Se dice que fue el
ángel invocado por
Moisés para que enviara las terribles lluvias que arrasaron
Egipto. El hecho de que sea él quien tenga el poder de liberar criaturas del abismo nos revela su identidad. Apocalipsis 1:18 dice: 'llegué a estar muerto, pero, ¡mira!, vivo para siempre jamás, y tengo las llaves de la muerte y del Hades' . El ángel que habla aquí es
Jesucristo, lo que suena lógico cuando se mira que es él quien combate contra Satanás y sus demonios.
En muchos libros
apócrifos, Abadón es considerado una entidad demoníaca, como en
Ángel de la Muerte, donde es un demonio del Abismo, creencia muy extendida, sin embargo, la escritura nunca menciona por nombre a ningún demonio por que no son relevantes sus nombres para la escritura ya que todos estos están destinados a la destrucción. De hecho solo se menciona a su jefe el Diablo, nombre que significa ‘adversario’ o ‘enemigo’ y que es probable que no se trate de un nombre en verdad si no de un adjetivo. En cambio, si se mencionan nombres relevantes para la profecía, como el de el arcángel Miguel.
En la Biblia
Es un nombre esencialmente poético o simbólico cuyo sentido original ("perdición") pasó a
el mundo de abajo,
la morada de los muertos o
seol.
3 Con este último sentido se le encuentra en la literatura apócrifa judía (cf.
Salmo de Salomón 14;
Ascensión de Isaías 10;
Apocalipsis de Abraham 21)
En los libros
veterotestamentarios de
Job (31, 12; 26, 6; 28, 22),
Salmos (88, 11) y
Proverbios (15, 11; 27, 20) denomina simplemente la morada o lugar donde están los muertos (similar a
Seol).
En el libro del Apocalipsis se refiere al
ángel del infierno, que desencadena la plaga de langostas: